¿Cuál crees que es la principal causa de muerte de las tortugas marinas? Responde lo primero que te venga a la cabeza. Seguramente hayas pensado en pesca ilegal, en la ingesta de micro plásticos o en las redes de arrastre. La respuesta correcta es que la mayor parte de las tortugas mueren al poco de nacer, presas de gaviotas, cangrejos o abrasadas por el sol.
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Ahora estarás asintiendo. Seguramente has visto o has oído en algún sitio que la mayor parte de las tortugas mueren nada más nacer, pero una imagen que viste en el Telediario de una gran tortuga atrapada en una red, intentando escapar desesperadamente no se te va de la cabeza.
En 1973, Amos Tversky y Daniel Kahneman estudiaron este fenómeno y lo llamaron la heurística de la disponibilidad. En este artículo te explicaré por qué ocurre, qué impacto tiene en el mundo (ya te anticipo que enorme) y cómo podemos mitigar sus efectos. ¡Vamos a ello!
¿En qué consiste el heurístico de disponibilidad?
Los seres humanos tendemos a pensar que aquello que recordamos con facilidad es más importante y frecuente de lo que en realidad es. Un heurístico es un atajo que usa el cerebro para tomar decisiones rápidas con poco esfuerzo. El heurístico de disponibilidad nos ayuda a decidir con rapidez usando los recuerdos que tengamos más accesibles.
¿Y cuáles son esos recuerdos?
Los recuerdos más a flor de piel suelen ser los que evocas una y otra vez. Si sueles ver las noticias y constantemente hablan de asesinatos y violaciones, tendrás la percepción de que hay un problema importante de inseguridad. Tus amigos y familiares más cercanos y las conversaciones que tengas con ellos habitualmente también dejarán una huella profunda en tus recuerdos más accesibles. Los canales de Youtube que sigues, la gente que lees en Twitter y tus podcasts favoritos, todos ellos conforman tu base de armario de ideas y recuerdos.
Si te ha ocurrido algo personalmente lo recordarás mejor que si alguien te lo cuenta y si te ocurrió ayer lo recordarás mejor que si sucedió hace tres años.
Además, tiendes a recordar mejor los sucesos insólitos y las historias bien contadas y que te hicieron sentir emociones intensas. Como por ejemplo, cuando viste esa colosal tortuga marina intentando zafarse sin éxito de una red de pescadores mientras abría la boca una y otra vez como si estuviese pidiendo ayuda.
De entre todos los tipos de recuerdos, los negativos suelen tener un hueco privilegiado en nuestra mente. Durante nuestra evolución como especie desarrollamos el sesgo de negatividad para fijarnos más en lo que nos ponía en peligro que en lo que nos hacía felices.
Como ves, lo que solemos recordar no nos ayuda a pintar una imagen realista del mundo ni a tomar siempre las mejores decisiones.
¿Por qué «sufrimos» el heurístico de disponibilidad?
A primera vista los atajos mentales pueden verse como métodos apresurados y poco precisos que deberíamos evitar, pero los usamos por buenas razones. Necesitamos una forma de realizar miles de decisiones diarias en unos pocos segundos. Si tuviésemos que pararnos a pensar en todas las opciones, consultar a expertos y revisar una check-list cada vez que tomamos una decisión terminaríamos colapsando. Desde la prehistoria los atajos mentales nos han ayudado a sobrevivir. Eran suficientemente adecuados. Pero claro, nuestros ancestros no tenían que luchar contra el cambio climático ni invertir pensando en su jubilación ni tampoco hacer auditorías financieras.
Lo que quiero decir es que en un entorno primitivo, decidir “al vuelo” era apropiado la mayor parte del tiempo pero en el complejo mundo actual a menudo no lo es.
En una tribu del Paleolítico, no había TV ni internet y toda la información que recibíamos venía de nuestra pequeña tribu y del entorno que rodeaba el campamento. Entonces, los chismorreos y las historias de la caza del mamut alrededor del fuego eran tremendamente importantes para convivir y sobrevivir. El uso del heurístico de disponibilidad era adaptativo porque nuestros recuerdos más a mano eran los más relevantes.
En 2021 hemos sustituido parcialmente las conversaciones alrededor del fuego por el consumo de información en Twitter, Youtube, Netflix y periódicos online. La mayor parte de esa información está orientada a conseguir audiencia y se centra en lo que nos atrapa: hechos insólitos, conflictos armados, desastres naturales, violencia, sexo, etc. Nos hablan constantemente de ataques terroristas, de orangutanes muriendo en las selvas de Borneo y de las rupturas matrimoniales de los actores de Hollywood. Hechos reales, sí. En cierta medida importantes, pero no son en absoluto una representación fiel y proporcionada de lo que ocurre en el mundo, y mucho menos en nuestro entorno más cercano, el que es más relevante para nuestra vida.
El contexto cultural ha cambiado radicalmente en los últimos 40000 años, pero según el paleontólogo Stephen Jay Gould nuestro cerebro no lo ha hecho sustancialmente. Por eso, los mecanismos psicológicos que eran muy útiles en la tribu ya no lo son tanto en el mundo moderno global saturado de información.
Algunos errores comunes provocados por el sesgo de disponibilidad
El heurístico de disponibilidad está detrás de algunos de los errores humanos más habituales. Por darte solo algunos ejemplos:
- Prestamos más atención a los ataques terroristas (13826 muertos en 2019) que a las enfermedades cardiovasculares (más de 9 millones en 2019).
- La publicidad basada en la exposición repetida sigue siendo efectiva. Al tener más “en mente” ciertas marcas, tendemos a comprarlas más aunque no haya otros criterios racionales para elegirlas.
- Los gobiernos tienden a dedicar más recursos a mitigar el riesgo de ciertas catástrofes justo después de que ocurran aunque esos recursos podrían ser más efectivos en otras cosas.
- En las evaluaciones a empleados, damos mucha más importancia al trabajo más llamativo de las últimas semanas que al que han realizado durante el resto del año.
- Solemos valorar las vacaciones por las primeras y las últimas impresiones, así como por los sucesos más destacados que nos ocurrieron, dejando todo lo demás en un segundo plano.
¿Cómo sacar partido del heurístico de disponibilidad?
Dado que el heurístico de disponibilidad es un fenómeno común y que todos estamos sujetos a él, podemos predecir el comportamiento medio de la gente en determinadas circunstancias. Y esto puede ser una ventaja para el que sabe verlo.
Por ejemplo, los inversores tienden a dar demasiado peso a las circunstancias actuales del mercado (las más presentes en sus mentes), por lo que en un mercado bajista van a infravalorar el valor de las acciones y en uno alcista tenderán a sobrevalorarlas. Un inversor que conozca estas dinámicas puede sacar partido comprando barato cuando el mercado está bajando y vendiendo caro cuando está subiendo.
Un político astuto aprovechará sucesos como el atentado de las Torres Gemelas para aprobar leyes que restrinjan las libertades y que aumenten su poder. Estas medidas normalmente serían rechazadas por la población y los medios pero las aceptarán en una situación percibida de “alto riesgo”. Los atentados terroristas son un claro ejemplo de fenómenos altamente memorables. Nadie, por mucho que quiera, puede borrar la imagen de los aviones chocando contra las Torres Gemelas. Por eso, en esas circunstancias es difícil pensar con claridad y hay quien puede sacar partido de ello.
Por lo general, después de eventos chocantes es bueno tomarse un tiempo, respirar y dejar que pasen unos días antes de tomar decisiones.
¿Cómo mitigar los efectos del heurístico de disponibilidad?
El simple hecho de ser consciente de los sesgos y heurísticos que sufrimos puede ayudarnos a mitigar algunos de sus efectos, pero no creas que podemos deshacernos de ellos. Vienen incorporados de serie y funcionan en automático, por eso es tan difícil evitarlos. Lo que sí podemos hacer es reducirlos al máximo cuando nos enfrentemos a situaciones o problemas importantes y complejos.
Usa las estadísticas
Para valorar la importancia de una situación, una información o un evento, no te dejes llevar por tus primeras impresiones, ya hemos visto que normalmente están distorsionadas. Siempre que sea posible, consulta las estadísticas relacionadas con el tema. Si estás preocupado por la posibilidad de coger la fiebre amarilla en tu viaje a la India, no hagas caso a los comentarios de tus amigos viajeros ni de las noticias. Para estas cosas no son fuentes fiables. Utiliza páginas oficiales como la de la OMS para obtener datos precisos. Luego, compara las estadísticas con otras que tengan un significado para ti. Por ejemplo, si los datos dicen que hay un 1% de la población sufre de fiebre amarilla en la India cada año, consulta los datos equivalentes de la gripe en España y así te puedes hacer una idea de lo que eso significa.
Cuidado con los cisnes negros
No prestes mucha atención a los sucesos extraños (cisnes negros). En estadística, a los datos que se salen mucho de lo normal se les llama outliers y a menudo son eliminados de los análisis para que no distorsionen las interpretaciones de los analistas. Este tipo de sucesos anormales, como los atentados del 11S, no son una buena referencia para predecir el futuro. Los cisnes negros son inevitables e impredecibles y obsesionarnos por controlarnos es un error.
Busca patrones, pero no te los inventes
Así como los cisnes negros te pueden distraer, los patrones te ayudan a entender la realidad. Por ejemplo, la bolsa de Nueva York presenta ciclos de subida y de bajada que no sabemos cuándo pasarán ni con qué intensidad, pero sabemos que ocurrirán. Tener esto presente nos va a ayudar a no vender todas nuestras acciones cuando la bolsa esté en un ciclo bajista porque sabemos que lo normal es que acaben subiendo.
Usa diarios
Lleva un registro de las cosas importantes. Un diario puede ser una herramienta muy útil. Una de sus ventajas es que puedes consultarlo cuando lo necesites para diluir el sesgo de disponibilidad recordando hechos pasados que no tienes presentes en este momento. Si gestionas un equipo de gente y haces evaluaciones anuales, puedes registrar periódicamente las cosas importantes que hayan hayan hecho cada uno de tus compañeros. De esta manera, cuando llegue el día de la evaluación, no te dejarás llevar por las últimas impresiones.
Ten un método y síguelo
Cuando alguien te viene con un proyecto interesante, es muy fácil olvidar todo lo demás y dedicarle tu atención a lo nuevo. Para evitarlo, ten un método sencillo que te ayude a evaluar las nuevas ideas y priorizarlas. Por ejemplo, cuando dirigía mi equipo de Crecimiento, cada idea era puntuada y comparada con el resto de ideas que habían surgido en los últimos meses. A menudo, durante el proceso nos dábamos cuenta de que esa nueva y genial idea no era tan especial comparada con otras.
Otra idea que nunca he probado pero que puede funcionar en un entorno laboral es designar a una persona del equipo como abogado del diablo. Su cometido será cuestionar todas las nuevas ideas que surjan y hará ver a los demás cómo el heurístico de disponibilidad puede estar influyendo en las decisiones dando más peso a la nueva idea feliz que a ideas antiguas más importantes.
Conclusiones
Nuestra mente tiende a tomar atajos cuando analiza información y toma decisiones. El heurístico de disponibilidad es uno de los atajos más habituales, ya hemos visto que solemos dar mucha importancia a lo último que ha ocurrido y a lo que más nos ha emocionado. Durante miles de años esa forma de funcionar ha sido perfecta para sobrevivir, pero el mundo moderno nos enfrenta a nuevos retos. Necesitamos ser conscientes de nuestros automatismos mentales para sacar partido de ellos y para mitigarlos cuando vayamos a tomar decisiones importantes y complejas. Familiarizarte con las estadísticas, acostumbrarte a buscar patrones, no dejarte impresionar por los cisnes negros y usar sistemas de priorización rigurosos te ayudarán a estar más preparado para este mundo complejo.
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