¿Cómo ves el mundo?
¿Ves la política como un conflicto continuo entre débiles y poderosos o como un problema a resolver entre todos usando el conocimiento disponible?
A pesar de que toda dicotomía es falsa, la mayoría de nosotros nos reconocemos principalmente en la primera (Teoría del Conflicto) o en la segunda (Teoría del Error). Comprender estas dos cosmovisiones es de gran utilidad, al menos eso piensa Scott Alexander, el agudo escritor del blog Slate Star Codex. Su artículo Conflict vs Mistake removió tantas conciencias que recibió más de mil comentarios y réplicas.
Hoy voy a desarrollar ambas visiones de la política y la sociedad, para intentar entender cuál de los dos explica mejor la realidad. ¡Empecemos!
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Teoría del Error VS Teoría del Conflicto
Nota: A partir de ahora me referiré a la Teoría del Error o a los Teóricos del Error con las siglas TE y a la Teoría del Conflicto o a los Teóricos del Conflicto con TC.
Para asimilar bien ambas teorías, voy a repasar las diferencias clave que señala Scott Alexander en su artículo.
Política
Los TE ven el estado y sus políticas como un paciente enfermo al que hay que curar. Para ello debemos cooperar entre nosotros para encontrar a los mejores médicos y la mejor ciencia disponible. Así, aplicando las técnicas adecuadas y desechando las más nocivas lograremos curarlo.
Por su parte, los TC ven la política como una guerra en la que solo puede ganar uno. Es una guerra entre el pueblo y las élites, los ricos y los pobres, los opresores y los oprimidos. La enfermedad se curará cuando el mal sea extirpado.
Debate y libertad de expresión
Los Teóricos del Error ven el debate y el intercambio de ideas como la herramienta básica de la política. Igual que la ciencia es un trabajo de equipo y que un solo científico nunca podrá dar con la verdad, las mejores medidas políticas se encuentran gracias a la inteligencia colectiva. Por esta misma razón, los TE son acérrimos defensores de la libertad de expresión. Si un médico residente no critica al cirujano que está cometiendo un error por miedo a las represalias, éste podría acabar con la vida del paciente.
Los Teóricos del Conflicto no confían tanto en el debate. Al fin y al cabo, ¿debatirías con tu jefe una subida de sueldo? Suena absurdo porque es el jefe quien tiene la sartén por el mango. Tampoco creen ciegamente en la libertad de expresión. Si la política es una guerra, dejar hablar al enemigo podría confundir a los nuestros y socavar nuestra causa. Después de todo, los privilegiados solo buscan justificar su posición de poder para mantenerla durante más tiempo.
Tipo de relación
El TE piensa que en todo grupo hay trolls y también personas razonables que buscan el interés general.
Sin embargo, el TC piensa que los conflictos son inevitables porque entre grupos siempre hay una asimetría de poder. Los ricos y poderosos son pocos, pero tienen mucha influencia y dinero que usan para sacar provecho de los más débiles. Estos últimos son numerosos y tienen buen corazón. Para contar con alguna posibilidad de ganar la guerra necesitan unirse.
Complejidad
Los TE ven con desprecio la ingeniería social. Creen que la sociedad y la economía es un sistema demasiado complejo como para intervenir en él sin provocar consecuencias no deseadas. Haciéndolo, a menudo, es más lo que se rompe que lo que se arregla.
Por su parte los TC creen que el argumento de los TE es solo una excusa para no hacer nada y mantener el statu-quo. Dicho de otro modo, mantener las cosas igual para que los ricos sigan comprándose yates cada vez más grandes mientras la gente muere de hambre en las calles.
Salvar el mundo
A la hora de salvar el mundo, los TE confían en poner al mando a las personas adecuadas. Fríos expertos (tecnócratas) con grandes conocimientos en economía, sociología, derecho, diplomacia, etc. que tomen las mejores decisiones. Sospechan de un exceso de pasión y retórica porque la emoción a menudo lleva a tomar rumbos equivocados.
Los TC ven las cosas de otro modo. Creen que los problemas están a la vista, son obvios y si no se solucionan no es por desconocimiento sino por falta de interés. Por lo tanto, confían en activistas implicados y apasionados que armen cuanto más ruido mejor y que indiquen a los indecisos el camino. Sospechan del que analiza demasiado. Al fin y al cabo, no hace falta ser Einstein para ver la explotación y la injusticia que nos rodea.
El origen de las ideas
Cuando se trata de obtener buenas ideas los TE no se preocupan por su origen. Incluso Hitler y Stalin pudieron tener buenas ideas. Por qué no van a tenerlas Trump o Biden. Lo importante es la calidad de idea no la persona.
Los TC creen que esta visión es ingenua. Nada bueno puede venir del enemigo. Si Bill Gates propone alguna medida para mitigar las futuras pandemias mundiales (incluso aunque parezca razonable) es probable que tenga algún interés oculto.
Racismo, feminismo y otros ismos
El Teórico del Error percibe el racismo como un sesgo cognitivo. Una tendencia que tenemos desde muy pequeños a desconfiar en lo diferente.
Por contra, el Teórico del Conflicto piensa en el racismo como un conflicto entre razas; la opresión de un grupo privilegiado: los blancos; sobre una minoría: los negros. Esto les permite explicar fenómenos como que los blancos de clase media sigan defendiendo a la clase rica capitalista y blanca.
Críticas a la democracia
Los TE critican que la democracia no ponga en el poder a los más aptos. Los votantes son unos ignorantes incapaces de votar por las personas adecuadas. Su sueño es que un grupo de expertos dirijan el país tomando decisiones racionales. Los TC no ven a los tecnócratas con buenos ojos porque, al final de la película, acabarán bailando al son de los poderosos.
Los TC critican que la democracia se ha corrompido porque los ricos y los grandes lobbies ejercen demasiada influencia sobre los gobernantes. Sueñan con una revolución en la que el pueblo tome las riendas del poder. Los TE creen que una revolución nos llevaría de nuevo a la casilla de salida: una nueva élite gobernante y los mismos problemas de siempre.
Los otros
Los Teóricos del Error ven a los Teóricos del Conflicto como personas incapaces de entender cuestiones básicas como que el libre comercio y la innovación tecnológica nos beneficia a todos. Creen que no ven nada más allá del conflicto porque están obsesionadas por el concepto del poder. Piensan que tienen una visión primitiva y pesimista del mundo que no admite la existencia de los errores sino que todo lo que ocurre es por culpa de los malos y sus incentivos perversos.
Los Teóricos del Conflicto ven a los Teóricos del Error como el enemigo. Ellos son parte del problema. Unos porque hacen todo lo posible por mantener el statu-quo y evitar cualquier cambio que desestabilice a los poderosos. Otros porque permanecen neutrales y su neutralidad es cómplice de las injusticias que hay en el mundo.
Tipo de Teóricos del Conflicto y de Teóricos del Error
Scott Alexander concluye su artículo posicionándose claramente en el lado de los Teóricos del Error. Cree que si eres un TE los Teóricos del Conflicto no van a hacer el esfuerzo por explicarte los errores que hay en tus argumentos, a fin de cuentas, tú eres el enemigo. No van a intentar unir fuerzas contigo para resolver los problemas que nos acucian a todos porque… probablemente tú seas parte del problema.
A pesar de esta dura crítica, Alexander matiza: no todos los TC son iguales; tampoco los TE. Los divide en dos maneras de analizar la realidad; los que la perciben de un modo simple o poco matizada y los que la entienden como algo complejo y difícil de comprender.
Los TC simples creen que detrás de cada problema hay un villano desalmado. Esta es la visión que Alexander tenía sobre los TC. Sin embargo, admite que existe un tipo más sofisticado de TC: los complejos. Éstos ven el mundo como una constante lucha de clases pero son conscientes de que no todos son iguales al otro lado de la valla. Admiten que hay personas del otro bando que quieren terminar con el hambre a través del capitalismo y la tecnología. Y luego están los que quieren mantener sus tradiciones y costumbres caiga quien caiga.
Los TE simples creen que los problemas a los que nos enfrentamos tienen soluciones obvias y que sólo hace falta voluntad para resolverlos. En el lado opuesto habitan los TE complejos, que ven la realidad como un conjunto de sistemas complejos interrelacionados y que las soluciones a los problemas ni son obvias ni siempre son posibles sin provocar consecuencias no deseadas.
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¿Cuál es la teoría más efectiva?
Como ya he dicho, Scott Alexander es más partidario de la Teoría del Error; y si yo tuviera que posicionarme, creo que estaría en su equipo. Sin embargo, otro gran pensador, Richard Ngo, me ha hecho replantearme la utilidad del conflicto en el camino hacia el progreso.
Un tiempo después de la publicación del famoso artículo de Alexander, Richard Ngo escribió un post en defensa de la Teoría del Conflicto. Te lo resumo.
Ngo está de acuerdo con Alexander en que la TE es probablemente la mejor elección para las políticas del día a día. Pero para comprender la importancia de la TC hay que ver las cosas con perspectiva. En su artículo pone varios ejemplos de la utilidad de la TC, yo mencionaré dos.
Hace 250 años ningún país del planeta era una democracia. Para que los gobernantes cediesen parte del poder al pueblo hubo que contar con los Teóricos del Conflicto. Sin la confrontación directa, incluso violenta, seguiríamos oprimidos por los tiranos de turno. Una vez instaurada la democracia, los Teóricos del Error son más efectivos. Pueden hacer avances y mejoras progresivas sin los costes del conflicto. Pero, ¿habrían convencido los TE a reyes y tiranos que cediesen parte de su poder por las buenas? Ngo piensa que no.
Otro de los ejemplos que Richard pone encima de la mesa son los avances de los derechos civiles conseguidos en las últimas décadas, principalmente para mujeres, negros y homosexuales. Los TC fueron los que lucharon para mover la ventana de Overton. Cogieron temas que eran tabú, inaceptables para la mayor parte de la sociedad (como la homosexualidad) y les dieron visibilidad hasta que los ciudadanos los normalizaron y los políticos no tuvieron otro remedio que prestarles atención. Ngo cree que una vez dentro de la ventana de Overton, los TE pueden hacer el trabajo de grano fino, pero hasta entonces, el conflicto es necesario porque el statu-quo siempre se resiste al cambio. Richard Ngo cierra el ensayo con estas palabras.
“Tal vez no esté de acuerdo con los detalles de algunos ejemplos, pero el tema general está claro: primero se necesita suficiente aceptación pública para poder implementar las políticas que prometen beneficios claros, anulando a las personas que se benefician del statu quo. Este paso se describe mejor bajo la teoría del conflicto. Una vez que esas políticas están implementadas, se vuelve más difícil discernir qué próxima acción es más beneficiosa, por lo que debe confiar en el conocimiento de expertos; este paso se describe mejor bajo la teoría del error.”
Si eres como yo seguramente digas: bueno, quizás sea cierto, pero parece que ya hemos recogido todas las frutas bajas, ¿no? En los países occidentales mujeres, homosexuales y negros tienen los mismos derechos que cualquier persona. Bien dice Ngo, ¿y qué hay del cambio climático? ¿y de la crueldad de la ganadería industrial? ¿y del trato discriminatorio a los inmigrantes?
Ngo piensa que mientras los TE trabajan en la mejora paulatina de la sociedad, el poder aprovecha para hacerse más fuerte; y eso siempre es una mala noticia. Los TC deben asegurarse de que nunca hay demasiado poder en pocas manos. Y ese es un trabajo a tiempo completo.
Preguntas abiertas
Aceptando la tesis de Ngo, la cual me parece bastante razonable, me surgen algunas preguntas:
- ¿Cómo saben los Teóricos del Conflicto que su causa es buena?
- ¿Cómo sabemos que la ventana de Overton no puede avanzar paulatinamente y sin un conflicto abierto por medios menos conflictivos?
- ¿Serán capaces los TC de parar cuando el conflicto provoque más problemas de los que soluciona y dar paso a los TE?
- ¿Puede una proliferación de conflictos entre distintos grupos fragmentar a toda la sociedad poniendo la convivencia en peligro?
Mis últimas reflexiones
Cuando Scott Alexander puso encima de la mesa la diferenciación entre los Teóricos del Error y los Teóricos del Conflicto, estaba aludiendo a dos de las grandes teorías de la sociología del último siglo: La Teoría del Funcionalismo y La Teoría del Conflicto. Ambas son complejas y se dividen en muchas corrientes de pensamiento, por lo que comprenderlas lleva tiempo. El valor del ya clásico artículo de Scott Alexander, y por lo que yo creo que tuvo tanta relevancia, es porque simplifica el modo que tenemos de ver la política y la sociedad en dos cosmovisiones.
Aún sabiendo que son limitadas, que son los extremos de una amplia escala de grises, son útiles para tratar de comprender y eso no es poco. A mí me han ayudado a empezar a desentrañar uno de mis grandes conflictos internos: no me gusta el conflicto pero a veces puede ser necesario si la causa lo merece. O igual no, o quizás hay un modo más pacífico de llegar al mismo punto sin pagar un precio tan alto. ¿Tú qué opinas?
Si te interesan las ideas de Scott Alexander y no te importa leer en inglés, ahora escribe en un nuevo blog llamado Astral Codex Ten. En cuanto a Richard Ngo, puedes seguirle en su blog Thinking Complete.
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