Aristóteles profundizó en muchísimas disciplinas de la ciencia, la filosofía y las artes, probablemente fue uno de los polímatas más curiosos y polifacéticos de la historia. Podría enumerar sus principales ideas, pero ese no es el fin de este artículo. Polymatas tiene un objetivo principal: que seas un poco más sabio cada día. Aristóteles tuvo muchas buenas ideas que durante años y siglos fueron dogma pero que finalmente no aguantaron el paso del tiempo. Hoy vamos a centrarnos en las que sí sobrevivieron y todavía son vigentes e importantes para entender mejor el mundo.
¡Empecemos!
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Nota: Aunque no es necesario, te recomiendo leer la primera parte donde hablé sobre la vida del filósofo y su influencia en occidente, te ayudará a ponerte en contexto.
La lógica y las falacias
Todos usamos la lógica de forma natural, como herramienta básica del razonamiento. En la época clásica, aprender lógica se consideraba un requisito previo a la filosofía. Sin embargo, pocos nos paramos a pensar que fue Aristóteles quien sentó las bases de esta disciplina fundamental para cualquier pensador. Aristóteles definió las reglas básicas para reconocer si un razonamiento es válido o no lo es. A partir de unas premisas ciertas, si el razonamiento es válido, es decir, si tiene una estructura formal lógica, podemos afirmar que las conclusiones también son verdaderas.
Los métodos deductivo e inductivo también parten de Aristóteles y son una de las bases de la ciencia.
La deducción parte de un conocimiento general como “Todos los pájaros tienen alas” a partir del cual llega a uno particular: “La cigüeña es un pájaro y por lo tanto tiene alas”.
Por contra, el razonamiento inductivo va de lo particular a lo general. Por ejemplo, si en el lago de al lado de mi casa todos los cisnes son blancos, mediante razonamiento inductivo podría decir que “todos los cisnes del mundo son blancos”. Pero los que tenemos algo de mundo (o acceso a Google) sabemos que esto no es cierto. En el momento en el que alguien vio por primera vez un cisne negro, la afirmación quedó refutada. Dado que la observación que hacemos en el mundo real suele ser parcial y limitada, constantemente usamos el pensamiento inductivo para llegar a conclusiones probables. Cuando decimos «todos los políticos son corruptos«, estamos usando el pensamiento inductivo. Conocemos a algunos políticos corruptos y a partir de ahí concluimos que todos los políticos lo son, aunque no los conocemos a todos. El razonamiento inductivo es la base de la ciencia contemporánea.
La abstracción también es un concepto aristotélico. Y es una de las herramientas cognitivas más importantes con las que contamos. Consiste en crear un modelo mental a partir de observaciones del mundo real. Por ejemplo, si soy consultor y veo cómo funcionan las finanzas de varias empresas, puedo transformar esas experiencias concretas en abstracciones y modelos mentales que me sirvan para intentar entender cómo funcionan las empresas en general. Incluso puedo ir más allá y especular con que otras organizaciones no empresariales funcionan de manera similar. Dicho de otra manera, usando el método inductivo acabo construyendo modelos mentales y abstracciones sobre el mundo que me sirven para razonar sobre múltiples ámbitos.
Una rama muy interesante de la lógica es el uso e identificación de las falacias. Una falacia es un razonamiento que parece lógico pero que no lo es. Aristóteles fue el primero en documentar algunas de las falacias lógicas más habituales.
Por ejemplo, una las más habituales y que ya identificó Aristóteles es la Ad Hominem, que consiste en desacreditar un argumento descalificando a la persona que lo ha puesto encima de la mesa.
“Esa propuesta viene de la Presidenta Ayuso, te puedes hacer una idea de lo que te vas a encontrar”.
Otra de las falacias que identificó El Filósofo es la causa cuestionable. Esta ocurre cuando atribuimos una causa dudosa a un acontecimiento, o nos limitamos a dar una sola causa a una cuestión compleja cuando lo más seguro es que haya varias.
Un ejemplo de falacia de causa cuestionable es: “la gente votó a Pedro Sánchez porque tenían miedo a la derecha extremista”. Bien, uno de los motivos por los que la gente votó a Pedro Sánchez podría ser el miedo a la derecha extremista, pero a buen seguro no fue la única y tampoco la más importante. Sin embargo, un interlocutor malintencionado, podría enfocar su discurso en una sola causa (la que a él le interese), en vez de hacer una análisis más riguroso de todas las causas probables.
“Sé un pensador libre o no aceptes todo lo que oigas como cierto. Sé crítico y evalua todo aquello en lo que crees” – Aristóteles
El empirismo, la importancia de la experiencia
El empirismo es la filosofía que da un gran peso a la experiencia como medio para comprender la realidad. En el otro lado está la filosofía racionalista que establece que podemos llegar a la verdad únicamente a través de la razón.
Para Aristóteles la función del filósofo era entender la realidad. Pensaba que los hombres nacíamos con un interés innato por saber, aunque solo desarrollábamos dicho interés cuando habíamos cubierto nuestras necesidades básicas.
El Estagirita no era un empirista radical. De hecho, su metafísica partía de intuiciones que no necesariamente estaban basadas en los hechos concretos. Sin embargo, creía que para conocer la realidad hay que observar detenidamente el mundo a través de los sentidos y usar el razonamiento para extraer los conceptos universales. En el mundo científico actual, esta forma de pensar parece obvia, pero no siempre fue así. Aristóteles fue el primero en plantearlo en sus tratados y por lo tanto, podemos decir que es uno de los padres del empirismo y de la ciencia tal y como la entendemos hoy.
Aristóteles también era muy metódico en su trabajo intelectual. Siempre partía del estado de la cuestión, al igual que hacen los científicos actuales. Es decir, antes de profundizar sobre un tema recopilaba todo lo que se sabía al respecto y partía de ahí para expandirlo, refutarlo o corregirlo utilizando la lógica.
El hombre como animal social
Aristóteles veía la política como la ciencia práctica más importante, incluso por encima de la ética. Consideraba al hombre como un animal social que solo podía alcanzar la felicidad en la polis (ciudad). La polis era una consecuencia de la naturaleza humana, una especie de organismo cuyo fin era la felicidad para los ciudadanos.
El Filósofo entendió hace más de dos milenios lo que antropólogos y psicólogos evolutivos han confirmado durante las últimas décadas. El ser humano solo puede sobrevivir en sociedad, y cuando aislamos a una persona es como si la matases en vida.
La filosofía comunitarista moderna conserva esta idea central en la política de Aristóteles donde la comunidad es el eje de la sociedad y no el individuo.
“De todo esto es evidente que la ciudad es una de las cosas naturales, y que el hombre es por naturaleza un animal social, y que el insocial por naturaleza y no por azar es o un ser inferior o un ser superior al hombre.”
Aristóteles (Política , I. 1253a 9-10)
La felicidad como fin último
En sus tratados de Ética, Aristóteles ve la felicidad como el fin último del ser humano (eudaimonía). El Filósofo entendía que el hombre debe desarrollarse a través de buenos hábitos, buscando la virtud, es decir, la buena obra para alcanzar aquello para lo que ha nacido.
Aristóteles piensa que la felicidad es el último fin humano porque tendemos a perseguirla, no como medio sino como fin. Una persona puede buscar riquezas o poder, pero ambas cosas son solo un medio para llegar a la felicidad. Sin embargo, la felicidad no es un medio de nada sino un fin en sí misma.
El desarrollo de las virtudes se hace a través de la buena acción, del hábito y debe ser una práctica constante. No es algo que debamos hacer puntualmente sino incorporarlo en nuestro día a día hasta que sea algo natural para nosotros. Para desarrollar nuestras virtudes debemos fijarnos en las personas que han alcanzado la excelencia, en los mejores ejemplos que podamos encontrar e imitarlos.
Bajo mi punto de vista, la ética de la felicidad de Aristóteles puede resumirse en una frase que seguro que te suena: “Sé la mejor versión de ti mismo”. El camino hacia esta “mejor versión” es la felicidad. Eso sí, cuando decía esto no se refería a entrenar para tener un cuerpo cañón, se refería principalmente a ser cada día más humano, que para Aristóteles significaba ser un ser más racional, prudente y sabio.
“las acciones de acuerdo con la virtud serán por sí mismas agradables. Y también serán buenas y hermosas, y ambas cosas en sumo grado, si el hombre virtuoso juzga rectamente acerca de todo esto, y juzga como ya hemos dicho. La felicidad, por consiguiente, es lo mejor, lo más hermoso y lo más agradable […] todas ellas pertenecen a las actividades mejores; y la mejor de todas estas decimos que es la felicidad”
Aristóteles
La virtud está en el punto medio
Cuando habla de virtudes Aristóteles no se refiere a ideales concretos y conocidos para todos que podamos alcanzar sin más. Para alcanzar la virtud se necesita del uso de la prudencia y la razón para encontrar un término medio entre dos vicios. El punto medio depende de cada persona, no es absoluto. La valentía, por ejemplo, sería el término medio entre la cobardía y el ímpetu irreflexivo. La generosidad se encontraría entre la tacañería y el derroche. Para Aristóteles la prudencia es una de de las principales virtudes ya que nos ayuda a entender dónde está el bien y a encontrar el punto medio para alcanzar el resto de virtudes: templanza, paciencia, simpatía, generosidad, etc.
“Un hábito electivo que consiste en un término medio relativo a nosotros, regulado por la recta razón en la forma en la que lo regularía un hombre verdaderamente prudente. Es un medio entre dos vicios, uno por exceso y otro por defecto”
Aristóteles
La razón no es suficiente para convencer
A pesar de que Aristóteles suele asociarse a la razón, la lógica y el rigor, él era muy consciente de la importancia de la persuasión. Escribió la Retórica, un tratado en el que teorizaba sobre cómo influir en los demás.
Siglos antes de que psicólogos modernos estudiasen de forma científica cómo podemos influir en los demás, Aristóteles había escrito largo y tendido sobre la retórica, que consideraba un instrumento de debate práctico, una herramienta para persuadir a grandes audiencias usando el conocimiento probable para resolver asuntos prácticos.
Aristóteles, al contrario que Platón, pensaba que la retórica se podía usar positivamente dejando a un lado la manipulación y usándola positivamente para trasmitir el conocimiento a la gente. El filósofo proponía usar la razón pero sin dejar de lado la emoción y el estilo narrativo. Era consciente de que un discurso emotivo llega más hondo al público y que alguien creíble y con autoridad será escuchado más atentamente que alguien de dudosa confianza. Además pensaba que un discurso claro y bello sería más escuchado y llegaría mejor a la gente.
«Piensa como piensan los sabios, mas habla como habla la gente sencilla.«
Aristóteles
En definitiva, poco o nada de lo dicho sobre retórica tras Aristóteles ha aportado grandes novedades a lo que ya dijo él hace 2400 años.
Conclusiones
Estudiar la vida y obra de Aristóteles ha sido un esfuerzo titánico, sabía que había explorado muchos campos, pero nunca imaginé cuántos. Algunos dedicamos parte de nuestra vida a intentar entender cómo funciona el mundo, pero Aristóteles dedicó su vida entera a intentar explicarlo, en un momento de la historia donde el acceso al conocimiento era muy limitado. Hemos perdido gran parte de sus obras (dos tercios) y aún así su legado es inabarcable. Los sabios árabes lo consideraron «El primer maestro» y sin duda se ganó su apodo a pulso.
Aunque no nos demos cuenta, la filosofía aristotélica está en todas partes, escondida tras frases populares, filosofías modernas, métodos científicos y libros de autoayuda. Si bien es cierto que la mayoría de sus estudios de física, geología, biología y astronomía están desfasados, conocer su obra sigue siendo inspirador e interesante. El conocimiento de las falacias, su ética de la felicidad, sus estudios sobre política y su consejos de retórica siguen siendo tan actuales como hace 2000 años.
Marcela Maritza Arjona Vargas dice
Maravillosos los Grandes polímatas, es increíble que hace más de 2000 años se tengan esas herramientas para poder hacer un mundo diferente 🙌
Marcela Maritza Arjona Vargas dice
Maravillosamente los Grandes polímatas como Aristóteles y Platón renombrado Aristóteles como padre de la filosofía occidental y ejerció una enorme influencia sobre la historia intelectual, que pudieron haber cambiado al mundo.